Primero lectura, después foto…
La nebulosa de este mes nos permite comentar uno de los aspectos que pueden hacer que nuestra foto sea «un poco especial». En efecto, muchísima gente se dedica a la astrofotografía y, prácticamente, todos los posibles objetos han sido fotografiados millones de veces (algunos más, otros claramente menos, pero siempre muchas veces…). A la hora de seleccionar un objeto deberíamos también pensar en «qué hará que nuestra foto tenga algo diferente». Para ello no hay substituto a la lectura previa de información sobre nuestro objeto. Esto nos permitirá decidir qué filtros utilizar, qué encuadre y muy especialmente qué tiempo/tiempos de exposición le aplicaremos.
Esta nebulosa en cuestión, NGC 3242, también llamada "El Fantasma de Júpiter", es muy pequeña (40x35 arcsec) y, por lo tanto, reservada a telescopios de muy larga distancia focal (cuanto más larga mejor, pero por lo menos 3.000 mm). Una lectura detallada de la información disponible en Internet nos permite saber que esta planetaria tiene una estructura en capas concéntricas hacia el exterior. Esta estructura detallada la deberíamos poder captar, sin quemarla. Otro factor es que, a su alrededor, especialmente en su zona sur y sureste hay una nebulosidad extremadamente débil que tiene un origen aún no determinado. Las dos teorías sobre su origen son: que procede de la propia expansión de las capas externas de la estrella matriz (y que ahora es una enana blanca) y la otra es que se trata de gas interestelar que ha sido iluminado (excitado) por el proceso seguido por dicha estrella. La mayoría de autores se decanta por ésta última, pero aún no lo ha demostrado nadie.
Visto esto, el encuadre no debe ceñirse a centrar la nebulosa sino que debe ser descentrada para poder captar ambas nebulosidades. Los filtros deberán ser los de banda estrecha (para captar mejor la nebulosidad débil, ya que emite en ambos Hα y OIII) y muy especialmente deberemos escoger tiempos de exposición. Para la nebulosidad débil deberemos emplear por lo menos 30 minutos para cada subframe, pero ello nos deja la nebulosa planetaria totalmente quemada (blanca) hasta bastante lejos de su centro. Un problema adicional que dejarán estas subframes de 30 minutos es que, similarmente a las espigas que aparecen alrededor de las estrellas más brillantes, aparecerán espigas alrededor de la planetaria, y en este caso serán espigas muy anchas, lo cual molestará en el procesado.
La solución pasa por tomar también fotos a exposiciones más cortas. En esta nebulosa las exposiciones (Hα y OIII) de 10 minutos mostraban la estructura interior, pero aún perdiendo detalle debido a su alto brillo, por lo que no fueron utilizadas. Se tomaron, adicionalmente, subframes de 5 minutos y 1 minuto para poder tener la colección completa y poder realizar un HDR (alto rango dinámico) sin perder el detalle que permita el telescopio empleado.
Dicho esto, en la imagen se puede observar el resultado final, mientras que la pequeña muestra el recorte que contiene solamente la nebulosa central, mostrando la estructura de capas concéntricas y todo el detalle del que el telescopio era capaz, con lo que en la foto se ven ambas nebulosidades así como la estructura de la planetaria. El telescopio utilizado fue un CDK de 51 cm de abertura (20”), f/6,8, situado en el Observatorio Siding Spring (SSO), (Coonabarabran, Australia), con una cámara SBIG STX16803 de 16 Mpx.
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