Noticias astronómicas
Aquí encontraréis una selección de las noticias más interesantes relacionadas con la astronomía y el espacio.
14 abril 2021
En 2019 una colaboración mundial de científicos utilizó los radiotelescopios del Event Horizon Telescope (EHT) para hacer la primera imagen de un agujero negro en la galaxia M87, a unos 55 millones de años luz de la Tierra. Pero la imagen, en cualquiera longitud de onda, solo da una visión parcial del fenómeno. En la imagen, y en el video, pueden verse observaciones de 19 observatorios terrestres, en múltiples longitudes de onda desde el radio hasta los rayos gamma, del fenómeno hasta una distancia de unos 100.000 años luz desde el agujero negro. Pueden verse los chorros que transportan la energía liberada por el agujero negro a escalas más grandes que la galaxia anfitriona, como un enorme cable de alimentación. Más información en el NRAO.
13 abril 2021
Astrónomos de la Universidad Western han descubierto enanas marrones que tienen la rotación más rápida conocida. Son tres enanas marrones que completan una rotación una vez cada hora, aproximadamente 10 veces más rápido de lo normal y aproximadamente un 30 por ciento más rápido que las rotaciones más rápidas medidas previamente. Se ha medido que giran con velocidades de aproximadamente 350.000 kilómetros por hora en su ecuador, que es 10 veces más rápido que Júpiter. Esa tasa es tan extrema que, si estas "estrellas fallidas" giraran más rápido, podrían estar a punto de romperse. Fueron identificadas por el telescopio espacial Spitzer de la NASA y estudiadas por telescopios terrestres, incluido el Gemini Norte. Más información en Gemini y Spitzer.
5 abril 2021
A través de la sonda de rayos X Chandra de la NASA se han observado por primera vez rayos X procedentes del planeta Urano. Las observaciones datan de los años 2002 y 2017; en el primer año se observó una detección de rayos X que se ha analizado recientemente, y un posible destello en 2017. En la foto, la emisión de rayos X, en el año 2002, se muestra en rosa sobre una foto del Telescopio Keck-I, obtenida en 2004, cuando el planeta estaba en la misma orientación. Los rayos X podrían ser una dispersión de los emitidos por el Sol, como ocurre en la Tierra, o en Júpiter y Saturno, pero hay indicios tentadores de que al menos hay otra fuente de rayos X presente en el mismo Urano. Podría ser que los anillos de Urano estén produciendo rayos X, como sucede con los anillos de Saturno. Las partículas de los anillos cargadas de electrones y protones podrían hacer que los anillos brillen en rayos X. Otra posibilidad es que al menos algunos de los rayos X provengan de auroras en Urano. Más información en Chandra.
3 abril 2021
El cometa 2I/Borisov fue descubierto en 2019 y se confirmó que provenía de más allá del Sistema Solar. Un estudio reciente afirma que el cometa nunca debe haber pasado cerca de una estrella con lo cual su composición es la misma de la nube de gas y polvo que lo formó. Utilizando el VLT del ESO, se ha visto que el cometa tiene propiedades polarimétricas distintas a las de los cometas del Sistema Solar, con la excepción del Hale-Bopp, en 1990. Se cree que Hale-Bopp pasó cerca de nuestro Sol solo una vez y, por lo tanto, apenas se había visto afectado por el viento solar y la radiación y tiene una composición muy similar a la de la nube de gas y polvo en la que se formó junto al resto del Sistema Solar. El estudio concluye que 2I/Borisov es de hecho aún más prístino que Hale-Bopp. Otro estudio con el ALMA ha descubierto que los granos de polvo del cometa 2I/Borisov contienen piedrecillas compactas, de aproximadamente un milímetro de tamaño o más grandes, y que las cantidades relativas de monóxido de carbono y agua cambiaron drásticamente a medida que se acercaba al Sol, lo cual sugiere que la materia del sistema planetario en el que se formó 2I/Borisov se mezcló desde la zona cercana a su estrella hasta un área más alejada, seguramente un proceso similar al pudo tener lugar al principio de la vida de nuestro Sistema Solar. Más información en ESO y ALMA.
2 abril 2021
Estímanos que solo el 5% del Universo está constituido de materia bariónica, la materia ordinaria que forma a las estrellas, los planetas y los seres vivos; el resto es materia oscura y energía oscura. Sin embargo, hasta ahora la mayor parte de esta materia no se ha podido encontrar. Un equipo, en el que participa el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), ha descubierto que esta materia perdida se encuentra llenando el espacio entre las galaxias en forma de gas caliente de baja densidad. La misma técnica proporciona, además, una nueva herramienta que prueba que la atracción gravitacional experimentada por las galaxias es compatible con la Teoría de la Relatividad General. La nueva metodología estudia la estadística de mapas de desplazamientos al rojo de galaxias, ignorando la conversión a distancias. Estos mapas son sensibles a la atracción gravitatoria entre galaxias en escalas cósmicas y muestran que todo el espacio, desde nosotros hasta el fondo de radiación cósmica de microondas, está lleno de esta materia bariónica no visible. Más información en el IAC.
26 marzo 2021
Un equipo de astrónomos liderado por Agustín Sánchez-Lavega (Universidad del País Vasco, España) ha publicado un informe detallado en el Journal of Geophysical Research: Planets sobre la Gran Mancha Roja de Júpiter. A pesar de que la Mancha ha disminuido desde 1879, no se puede predecir su desaparición en el futuro. Los encuentros con otras tormentas en los últimos años han provocado una mayor contracción, lo que lleva a predicciones de que la icónica tormenta se desvanecería. Sin embargo, los nuevos datos y análisis realizados revelan que los encuentros también han impulsado la energía de la Gran Mancha Roja, por lo que es probable que sobreviva. Desde 1879, la Gran Mancha Roja se ha reducido de unos 40.000 kilómetros iniciales hasta 15.000 km actuales. La intensa vorticidad de la Gran Mancha Roja, y su tamaño y profundidad en comparación con otros vórtices, garantiza su larga vida. Más información en el JGRP.
26 marzo 2021
Investigadores de la Universidad Nacional de Australia (ANU) han confirmado la existencia de un núcleo interno más interno de la Tierra. La autora principal del estudio, Joanne Stephenson, afirma que, si bien esta nueva capa es difícil de observar, sus propiedades pueden apuntar a un evento dramático y desconocido en la historia de la Tierra. Se han encontrado evidencias que pueden indicar un cambio en la estructura del hierro central del núcleo terrestre, lo que sugiere quizás que hubo dos eventos de enfriamiento separados en la historia de la Tierra. La Tierra tiene cuatro capas principales: la corteza, el manto, el núcleo externo y el núcleo interno. La idea de otra capa distinta se propuso hace un par de décadas. Mediante el uso de un algoritmo de búsqueda muy inteligente para rastrear miles de modelos del núcleo interno, se ha encontrado un cambio en la dirección lenta de la anisotropía a unos 650 km. Más información en ANU.
25 marzo 2021
El telescopio Event Horizon (EHT) ha revelado hoy una nueva vista del objeto masivo en el centro de la galaxia M87. Cómo se ve en luz polarizada. Se ha visto que una fracción significativa de la luz alrededor del agujero negro de M87 está polarizada. Es la primera vez que los astrónomos han podido medir la polarización, una firma de campos magnéticos, tan cerca del borde de un agujero negro. Muestra una evidencia crucial para comprender como se comportan los campos magnéticos alrededor de los agujeros negros, y como la actividad en esta región muy compacta del espacio puede impulsar poderosos chorros que se extienden mucho más allá de la galaxia. Las observaciones sugieren que los campos magnéticos en el borde del agujero negro son lo suficientemente fuertes como para hacer retroceder el gas caliente y ayudarlo a resistir la atracción de la gravedad. Más información en el EHT.
20 marzo 2021
Utilizando el conjunto ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) un equipo de astrónomos ha medido por primera vez, de forma directa, los vientos de la estratosfera de Júpiter. Medir las velocidades del viento en la estratosfera de Júpiter es imposible debido a la ausencia de nubes en esta parte de la atmósfera. Sin embargo, los astrónomos obtuvieron una ayuda alternativa con la colisión del cometa Shoemaker-Levy 9 en 1994. Este impacto produjo nuevas moléculas en la estratosfera de Júpiter que se han estado moviendo con los vientos desde entonces. Un equipo, dirigido por Thibault Cavalié, del Laboratorio de Astrofísica de Burdeos (Francia), ha rastreado una de estas moléculas, el cianuro de hidrógeno, para medir los "chorros" estratosféricos en Júpiter. El resultado más espectacular es la presencia de fuertes chorros, con velocidades de hasta 1.450 km/hora, que se encuentran cerca de los polos. Estas velocidades de viento son más del doble de las velocidades máximas alcanzadas en la Gran Mancha Roja. Estos chorros podrían comportarse como un vórtice gigante con un diámetro de hasta cuatro veces el de la Tierra y unos 900 kilómetros de altura. También se han detectado chorros en el ecuador del planeta con velocidades medias de unos 600 kilómetros por hora. Más información en ALMA y ESO.
15 marzo 2021
Investigadores del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), usando el instrumento MEGARA del Gran Telescopio Canarias, han observado y analizado un chorro de gas que emerge del centro de la nebulosa planetaria NGC 2392, lo que apunta a la existencia de una estrella compañera. Las nebulosas planetarias pueden presentar formas esféricas, bipolares o de gran complejidad y, aunque todavía se desconoce por qué se desarrolla una forma u otra, los indicios apuntan a la participación de chorros bipolares de material lanzados por la acción de una estrella compañera. En los años 80 se descubrió por primera vez un “flujo bipolar” de alta velocidad en NGC 2392. Ahora cuatro décadas después, gracias al instrumento MEGARA, se ha conseguido separar la emisión terriblemente débil del chorro de emisión nebular. Se ha visto que consiste en dos grandes glóbulos que emergen de la estrella central y que se extienden más allá del cascarón externo de la nebulosa. El material del chorro tiene una velocidad de unos 206 kilómetros por segundo, una edad de unos 2.600 años y un tamaño lineal que dobla el de la propia nebulosa. Más información en el IAA.